Burn Out, ¿Es lo mismo que el Estrés?

¡¡¡ESTOY FUNDIDA!!!!

Reflexiones en torno al síntoma del "burn out" - quemado por estrés laboral.
Lo que cada vez diferenciamos mejor y llamamos por su nombre "el estrés laboral" es uno de los resultados màs claros de los cambios en las organizaciones en que desarrollamos nuestras tareas.
El reconocimiento y algunas formas de manejo de este síndrome (conjunto de síntomas) es central, sobre todo en aquellos que cumplen funciones directivas y de asesoramiento.
Mucha atención se ha prestado, y se presta, al modo como cambian las tendencias demográficas, tecnológicas y sociológicas y cómo afectan el medio en que están insertas las organizaciones. Sin embargo se presta menos atención a las tensiones que estos cambios están imponiendo a quienes inmersos en ellas, todavía conservan sus trabajos.

Reconocer el estrés

Las fechas límites, las extensas y a veces poco fértiles reuniones, la motivación de un equipo, el seguimiento de procesos, las evaluaciones, etc. son algunos aspectos donde con más claridad se ponen de manifiesto los signos del estrés laboral, individual y grupal. Estos síntomas pueden ser físicos y/o psíquicos.
El estrés, también conocido como "síndrome del burn out" que significa "estar quemado, quemarse (fundirse) en el trabajo, (del inglés to burn: quemarse, burn out: haberse quemado), forma parte de lo que se conoce en psicología como "fatiga laboral". Se caracteriza por un estado de agotamiento intenso y persistente, pérdida de energía, baja motivación, extrema irritabilidad, tanto en el medio laboral como familiar, enojo, a veces agresividad y desmoralización causados por problemas de trabajo o del hogar.

Otro de los síntomas relevantes para detectar el estrés, es un distorsionado sentido del tiempo, a menudo causado por el deseo de hacer las cosas más rápido. Hace tiempo los médicos diagnostican el estrés pidiendo a la persona que se siente en una silla y diga cuándo piensa que ha transcurrido un minuto. Sugerimos un ejercicio semejante, ya que varios de nosotros "siente" que pasó un minuto cuando sólo han transcurrido entre 10 y 20 segundos.
-El estrés puede contribuir o hacer establecer varias enfermedades físicas: alta presión arterial, enfermedades del corazón, dolores de cabeza crónicos, dermatitis, eczemas, úlceras, alcoholismo y otras adicciones.
Entre las reacciones psíquicas se encuentran el aumento de la agresividad, la inseguridad e indecisión ante la toma de decisiones, la tendencia a solucionar temas de repente y sobre todo una sensación de desesperanza, con diversos grados que van del aburrimiento a la depresión.
Acompañando estas características personales, frecuentemente se deterioran las relaciones familiares y sociales y suelen aparecer sentimientos de fracaso y pérdida de la confianza en sí mismo. Resumiendo, el estar "quemado por estrés laboral" tiene un aspecto tridimensional.

Ø Sentirse exhausto física y mentalmente; pérdida del interés y del humor
Ø Inapropiadas relaciones con los demás, irritabilidad desmesurada
Ø Pérdida de confianza en sí mismo, depresión, reducida o baja productividad.

Más allá del estilo de vida actual y el impacto de factores socio- económicos a los que ninguno de nosotros escapa, algunos trabajos y algunas organizaciones se presentan como especialmente generadores de situaciones estresantes. La bibliografía muestra el alto índice de estrés en las profesiones de educación y salud (médicos, enfermeros, psicólogos, psicopedagogos, asistentes sociales, docentes,etc).

En el mundo educacional, inmerso en un contexto mayor, con los vaivenes de los tiempos que corren, recortamos algunas causas sobre las cuales vale la pena reflexionar.
Las instituciones educativas, de todos los niveles (desde jardines maternales hasta universidades) hoy, están sometidas a múltiples presiones.
La organización como tal se mueve hacia un modelo más fluido, los roles se hacen más ambiguos y cambian o concentran funciones. El ritmo del afuera ingresa al sistema e impone una rapidez que lleva a que el ciclo temporal de proyectos se comprima. En este ritmo se requiere que las personas se comuniquen eficientemente y respondan con una versatilidad que no siempre disponen.
Se requiere un nivel de adaptación al cambio, que suele ser impredecible, a veces rápido, impuesto obligatoriamente o tan caótico que deja a las personas con poca o ninguna información, sin apoyo o soporte incluso de sus colegas.

Cuando los miembros de la organización se enfrentan con estas situaciones (fácilmente reconocibles en la vida cotidiana de las organizaciones educativas) se sienten inseguros respecto de sus objetivos y responsabilidades y surge el estrés y sus consecuencias: derroche desproporcionado de esfuerzo, ansiedad generalizada, incertidumbre.
Las tareas, que generalmente se siguen cumpliendo, a veces se realizan por "decreto", aún con total desacuerdo del alcance de la responsabilidad que debe ser ejercida cumplir un objetivo eficazmente. La dirección por su lado, víctima también del clima estresante, no siempre sabe cómo dar el apoyo necesario.

Las largas jornadas de trabajo (a veces entre 12 y 14 horas diarias), que incluyen largos e incómodos períodos de traslado y transporte, configuran el fenómeno de "muerte por exceso de trabajo", tan estudiado en Japón, que se denomina "karoshi", usualmente muerte por un ataque al corazón. Este fenómeno asociado con largas horas de trabajo, se relaciona íntimamente con la actitud mental de los trabajadores japoneses, por cierto ya no exclusiva de este país.

Cómo enfrentar las tensiones en la organización

Como primera medida, es importante reconocer los signos del estrés ("darse cuenta").
Observaciones sencillas de conducta permiten detectar indicadores sutiles pero certeros. Algunos ejemplos cotidianos: llegadas tarde, ausencias repentinas, pedidos de cortas licencias, no cumplir plazos establecidos para entregar informes, planillas u otro material, irritabilidad, excesiva intolerancia en tareas de equipo, o pedido de pases a otros sectores.
Siempre en relación con las pautas de conducta anteriores, otros indicadores probables de estrés son: estar constantemente preocupado por el fracaso, tornarse súbitamente indeciso, no organizar bien el tiempo personal, depender excesivamente de los demás, o tornarse muy obstinado, demasiado autocrítico, no poder delegar, ser excesivamente crìtico y desdeñoso con los demás.
Otro estilo o manera de expresar estrés puede manifestarse en actitudes como culpar constantemente a los demás, transformarse en un ser reservado y a la defensiva permanente, evitar contactos personales, ser sumamente ansioso, quejarse continuamente de la organización o ser propenso al pánico.
La observación de reuniones es un indicador muy útil de estrés en la organización. Una reunión "sana", es aquella en la cual todos colaboran, se comparten los temas, las dificultades, la tarea se siente como cooperativa, los miembros reconocen los valores de los otros y es clara la disposición para resolver problemas juntos.
A la inversa, reuniones de personas con estrés son marcadamente diferentes. Las discusiones tienden a ser agresivas, algunos miembros atacan o "pasan facturas a otros", se buscan chivos expiatorios o bien el equipo se sumerge en la pasividad. En estas reuniones el lenguaje no verbal es muy expresivo. Se detectan fácilmente gestos de renuncia, falta de interés, hostilidad, muy escaso compromiso, miradas huidizas. Este clima contagia fácilmente en poco tiempo a todo el equipo.

¿Qué podemos hacer?

Una auténtica preocupación de los directivos o los equipos psicopedagógicos de la organización por los niveles de estrés puede recurrir a una encuesta, con el fin de detectar indicadores. Un simple cuestionario anónimo que enumere en una lista los elementos del trabajo que se conocen como fuente de estrés, tal como la sobrecarga de trabajo, los plazos límite de tiempo, los horarios y extensión de las reuniones y otros bien caracterìsticos de cada institución son buenos comienzos.
Es útil permitir la inclusión de aspectos personales considerados como fuentes adicionales de estrés además de los seleccionados.
El análisis honesto de los resultados y la correspondiente información y devolución de información a los miembros sobre los resultados, crearán un campo fértil para la discusión abierta y clara y las posibles alternativas de soluciones parciales, a corto, mediano y largo plazo con la consecuente jerarquización de problemas y su delegación a quienes mejor puedan lidiar con ellos.
Diferentes personas, diferentes contextos sociales, pueden elegir diferentes formas de reducir el estrés. Para algunos es la dieta, para otros caminar, salir más con los niños, leer cosas ajenas al trabajo, jugar un deporte, hacer meditación, etc. Todas son valiosas. Lo importante es registrar la necesidad de cuidarse más y dedicar más tiempo a su vida personal.
En estas circunstancias son tal vez los directivos de las organizaciones y los equipos psicopedagógicos de asesoramiento quienes deben introducir programas de asesoramiento y promover habilidades de afrontamiento frente al estrés. Directivos centrados, serenos y equilibrados producen equipos sanos y capaces de responder positivamente y con innovación al cambio.
El grupo de trabajo de pares provee la red de sostén necesaria para desaprender conductas no útiles y aprender o re-aprender nuevas conductas.
Personas con un claro conocimiento de sus prioridades, son generalmente también capaces de sobrellevar el cambio.

Algunas sugerencias

Probablemente ninguna de estas ideas por separado, impuestas, o propuestas sin el necesario campo fértil para que germinen, dará resultado.
Sin embargo todas han sido efectivamente utilizadas por la autora en contextos educativos muy diversos, con cierto grado de éxito y ningún costo, y han servido como modelo para infinitas transformaciones llevadas a cabo por los mismos protagonistas.

Ø Organizar un "día especial" para los maestros (fuera de las fechas convencionales) o bien para "los maestros de... matemática... o sociales... o música... o...", durante el cual se reconozca, se valore, se destaque esa disciplina por sobre las demás.
Ø Elegir entre los docentes y/o personal administrativo alguien que se hará acreedor de una pequeña canasta con objetos simples y necesarios (de tocador, de costura, de librería) por determinada acción simple, cooperativa, amable. Esa persona será la encargada de rellenar la canasta, con la colaboración de todos, y a su vez entregarla a otro miembro en el tiempo elegido.

Es una suerte de "canasta viajera" que facilita hablar y compartir valores, conductas apreciadas. La clave en esta propuesta es lo simple y poco costoso de los elementos elegidos y la circulación de los motivos por los cuales tal persona ha sido elegida.

Ø Conseguir de algún negocio ( bar, restaurante, video, sociedad de fomento, etc.) de la zona, concurrido por la comunidad educativa, algún ticket o cupón “gratuito", para usar por los docentes, cada 2 o 3 meses en forma de cena, copetín, clase de .... etc.
Ø Luego de cada reunión entregar tres tarjetas de diferente color a cada miembro (se puede ubicar un buzón o urna permanente a ser abierta cada semana) que completarán, de manera totalmente abierta con la siguiente consigna:

1. "tengo una pregunta para el/los directivos"
2. "tengo una preocupación por tal aspecto.... o sobre tal tema"
3. "tal cuestión, tema, aspecto..... que estoy desarrollando me está saliendo muy bien"

Como se evidencia aquí, se destacan los aspectos positivos, y se induce a una reflexión o pregunta clara. Obviamente la clave es la pronta y honesta respuesta del directivo a quien se dirige la nota.