Tú y los Otros

Tú y los Otros

1. VIVIR EN GRUPO ES IMPORTANTE
Como seres humanos que somos... vivir en grupo es muy importante. Necesitamos tener una individualidad, pero también necesitamos compartir cosas con las otras personas. A menudo te comparas con otros jóvenes de los grupos donde te mueves. Buscar formas de diferenciarte de las otras personas es un derecho y una necesidad.
Lo que te hace diferente de las otras personas son los signos de identidad. Y suelen influir en ellos las modas, la publicidad, los modelos propuestos por la televisión, la familia y el grupo.

Lo que te diferencia de otras personas es aquello que te hace juntar con las demás, pero este hecho nunca tiene que ser utilizado como discriminatorio ante aquellas que son diferentes a ti.
Te identificas con tu grupo porque en él hay gente que piensa, oye y vive como tú.
Aceptar a las otras personas como son no implica que tengas que ser igual que ellas.
Por eso los grupos tienen una gran importancia, pero también hay unos riesgos:
Cuando las normas del grupo te obligan a renunciar a tus propias ideas y a hacer cosas que no te satisfacen plenamente, la presión del grupo puede ser negativa.
Hay personas que pueden llegar a afirmar cosas que ni entienden, a escuchar música que no les gusta o a tomar bebidas de sabor horroroso, sólo porque piensan que si manifiestan sus propios gustos pueden ser excluidas del grupo, cuando lo que más desean es sentirse bien dentro de él.



A veces, es casi imposible no beber alcohol un fin de semana en un grupo de amigos y amigas que se ríen de ti por no hacerlo.
Si los rituales para pertenecer a un grupo incluyen prácticas tan peligrosas cómo conducir un coche habiendo bebido, ir sin casco o sin cinturón, etc., eso puede comportarte un riesgo tan importante que quizás no te compense. Dejarás de hacer lo que tú quieres no sólo por hacer una cosa diferente, sino por hacer algo que puede poner en peligro tu vida. ¿Quieres decir que compensa?
En un grupo de iguales, cada uno encuentra su lugar, su estatus diferente al de su padre o su madre; sin embargo, a menudo obtener o mantener este estatus lo que propicia es competir con los demás para ver quién sale con más "mujeres", quién bebe más o quién corre más en coche...
Una buena opción sería tener diferentes grupos para diferentes actividades.
Así, cuando un grupo haga algo que no te guste, podrás hacerla con el otro grupo.
A menudo, los miedos a que nos excluyan del grupo son los que hacen que uno actúe en contra de sus deseos. Pero si reflexionas sobre quién eres y lo que vales como persona, podrás escoger libremente sin dejarte llevar por la presión.
Finalmente, podrás hacer aquello que desees y no lo que te impongan. Te sentirás más libre y más feliz.
No obstante, si no te sientes capaz de hacerlo o no estás contento contigo y crees que tú solo no lo conseguirás, siempre puedes consultar a una persona de tu confianza (familia, profesorado) o incluso profesionales especializados en el tema (como un psicólogo), porque podrán ayudarte.


2. TU RELACIÓN CON LOS DEMÁS
En la adolescencia hay cambios en el pensamiento y en la forma de relacionarte con las otras personas.
La familia ya no constituye el grupo primario, sino que éste se traslada a tu grupo de amigos, amigas y de iguales.
Se alteran tus centros de interés, tus preocupaciones más grandes se dirigen hacia el grupo y su entorno social, necesitas buscar referencias, identificarte con tu grupo, en contraposición con el de las personas adultas.
Construyes tus propios patrones en los círculos donde te mueves. Sientes la necesidad de amar y de que te amen de otra manera, de sentir que perteneces a un grupo, pero que eres diferente. Vives la necesidad de hacer alguna cosa por los demás, que te valoren y que te admiren.

3. TUS VALORES DE INTEGRACIÓN CON LA SOCIEDAD
Las personas estamos inmersas en una cultura que nos dice que tenemos que ser felices, eso es difícil para todo el mundo, pero más para ti que te encuentras en un momento en que todo está cambiando y tu escala de valores se está formando. Ante esta imagen, los jóvenes pueden estar desorientados y vivir con angustia esta diversidad de mensajes. La mayoría de las veces te parece que la familia ya no sirve y te refugias en la gente de tu edad, que por otra parte tienen los mismos problemas que tú.
Es importante que sepas quién eres y cómo son las personas que te rodean, porque estamos con ellas, eso quiere decir que tenemos que saber cuáles son los valores que tienen (si son personas solidarias, responsables...)



4. ¿QUIÉN TE PUEDE ORIENTAR SOBRE EL TEMA?
La familia. La Escuela. Psicopedagogo/a. El profesorado. El especialista en pediatría o el médico de cabecera, psicólogos, etc. Cualquier profesional del ámbito sanitario o social con dedicación a estos temas.

5. BIBLIOGRAFÍA
Savater, F. Ética para Amador. Ariel. Barcelona, 1991.
Delgado, P., Soler, A. Tener muchos amigos y no perderlos. Rialp. Madrid, 1996.