Adiós a María Elena Walsh

Adiós a María Elena Walsh

Manuelita vivía en Pehuajó y se fue a París. A veces la gente se va. Pero después volvió, su corazón era de Pehuajó y uno siempre tiene que seguir a su corazón. Eso es lo que hace a nuestro corazón tan especial... aunque nos hace hacer locuras, nos mantiene fieles a quienes somos.

Nuestra querida María Elena se nos fue también.

Pero si miramos justamente en nuestros corazones nos daremos cuenta que en realidad nunca se se va a ir, porque gracias a Manuelita, la familia Polillal, el Perro Salchicha, Zoo Loco, Dailan Kifki y el árbol del Jacarandá, entre muchos otros, la señora María Elena Walsh, dueña y señora de nuestras infancias, vivirá por siempre en sus canciones, poemas, libros - para chicos y grandes.

Y hoy, justamente porque no queremos vivir en el país del no me acuerdo, justamente porque sí nos acordamos...en vez de decir adiós, decimos gracias.

Gracias por la pasión con la que nos regalaste inigualables melodías, historias y versos con los que llenamos nuestros días, nuestros frisos, nuestras salitas y nuestros corazones. Gracias por las aventuras del brujito de Gulubú, por las idas y vueltas de Mambrú que se fue a la guerra, por los aprendizajes de la vaca estudiosa de la quebrada de Humahuaca, por las elecciones de Osias el osito en mameluco, por el twist del mono liso, y por el jardinero que nos enseña que el tesoro mejor es mucho, mucho, mucho amor.

Gracias por todo lo que nos contaste y cantaste. Gracias por tu magia, María Elena. No te olvidaremos.



Publicado por:El Comité Argentino de la OMEP recuerda a la escritora y compositora, y acompaña a sus amigos, familia y colegas en este momento.