Problemas en la Infancia y la Adolescencia. Lic Fernando Osorio

Problemas en la infancia y la adolescencia

ABC. Asunción. Paraguay.

Fernando Osorio (argentino) es escritor y psicoanalista, con una amplia formación profesional en clínica con niños y adolescentes.

Viene desarrollando desde hace varios años una intensa actividad de docencia e investigación sobre la violencia escolar.Llegó a nuestro país ayer, pues dictará hasta hoy un seminario sobre “Problemáticas de la infancia y la adolescencia” dirigido a padres y profesionales. Fue invitado por la dirección general del Colegio del Sol.

El seminario se desarrolla en las instalaciones de la institución educativa, de 19:00 a 21:00.

El uso y abuso de drogas, el consumo en exceso del alcohol, la violencia escolar son algunos temas que el psicoanalista Fernando Osorio analiza desde una perspectiva más amplia y muy realista. Afirma que poner límites a los hijos en algunos casos es también decir que no, sin ningún tipo de contemplación.
Dice que no se puede estigmatizar a los adolescentes afirmando que “tenemos unos adolescentes que son un desastre”.

En todo caso, muchos adolescentes son un desastre porque hay muchos adultos que permiten que eso sea así, señala. La libertad es mal utilizada, se tiene una sensación de que se puede hacer cualquier cosa, y eso no es libertad.

¿Cuál es la problemática actual de la infancia y la adolescencia?

–La problemática de los chicos tiene que ver con todo lo que hace a la decadencia de la autoridad; es decir, en el sentido de cómo los docentes y los padres se enfrentan en una situación en la que la autoridad está arrebatada y no se sabe a donde está.

Hay como una suerte de puertas encontradas, donde uno dice que la autoridad se la arrebató el otro. El punto medio sería la crisis de los jóvenes. Esa decadencia de autoridad que padecen las familias y que padecen las escuelas tiene un origen claro. Plantear si efectivamente la autoridad fue arrebatada de la escuela, o en realidad es la familia que no logra establecer el criterio de autoridad con sus hijos.

¿Qué quiere decir poner límites?

Tiene que ver con una puesta en común, como lo que les pasa a las familias, es decir, la familia. Los padres, en principio, tienen que entender qué valor tienen los límites. Los padres hablan con sus hijos adolescentes como una cuestión de jerga, un lenguaje especial y familiar.

No se le pone límites. En realidad, muchas veces, los padres no tienen la menor idea cómo poner límites. Necesitamos hablar de los límites, porque uno tiene que entender que en un momento determinado no puede hacer lo que quiere, porque no es el lugar ni el momento apropiado.

–Habías mencionado que la violencia en las aulas es el reflejo de la sociedad.

Nosotros diferenciamos la violencia escolar, que es la violencia que genera el sistema educativo, un ejemplo típico sería el manejo que puede tener un docente con la calificación, esa realidad no es desde la autoridad que imparte un docente, sino desde la porción que ejerce como alumno, esa violencia genera el sistema y esa violencia existió desde siempre, pero eso no es un padecimiento de la institución escolar, lo que verdaderamente es un padecimiento es lo que está ocurriendo en esta época en general; en muchísimas escuelas en Latinoamérica es una erupción de la violencia social, dentro de los establecimientos educativos.

La primera transgresión sería la imposibilidad de ponerle un límite a un chico, no poder discernir entre lo que está bien y lo que está mal, lo que se puede y lo que no se puede. “Hay que rescatar ciertos valores que tienen que ver con la tradición, pero no volver hacia atrás”, dijo Fernando Osorio.

–En nuestro país, así como en la Argentina, los adolescentes consumen en exceso el alcohol.

¿Quiénes son los responsables: los padres o la sociedad?

–Los padres pertenecen a la sociedad, en realidad la primera responsabilidad siempre es la de los padres, porque una persona aprende a ser un ser social en la relación con los padres, cualquier cosa que los padres no les enseña o no les transmitan o no logren incorporar como aprendizaje en sus hijos se va a ver reflejado en la sociedad.

Después, cuando los chicos empiezan el proceso de institucionalización, lo que se ve es un reflejo de cómo se instaló eso en la infancia. Los primeros responsables son los padres, pero los padres están insertos en una sociedad que también acompañan los diferentes movimientos de transgresión que ellos mismos pueden cometer como padres.

–El consumo de drogas, como la marihuana, es muy común entre los adolescente y adultos. ¿Estás a favor de su legalización?

–No estoy a favor de la legalización pero si de la despenalizaciòn, me parece que hay que revisar el modo en el que se penaliza el consumo.

Hay que analizar la consecuencia que tiene para un joven que sea penalizado por su acción, le supone una responsabilidad absoluta por el acto que realiza, y un joven menor de edad no es un responsable absoluto de lo que hace. Por supuesto que a medida que va avanzando la edad, esa responsabilidad va cambiando.

Legalizar el consumo sería como exponer a toda una población a que acceda a un nivel de destrucción que no me parece que sea conveniente. Me parece que hay que despenalizar determinados consumos y prácticas. Para el sistema penal, un joven de 15 años que fuma marihuana es un delincuente, pero en realidad eso debe ser modificado, no solamente para los menores de edad, sino para los adultos también, para que entren a otro circuito diferente y no al circuito delictivo.

¿Hacia qué sociedad avanzamos?

Es difícil de plantear una cosa abarcativa, me parece que los adolescentes reflejan exactamente la sensación que tienen los adultos que, en ocasiones, en muchos contextos los adultos se sienten en crisis, y la crisis de los adultos deja a los chicos sin recursos.

Es decir, no creo que tengamos una sociedad de adolescentes rebeldes, agresivos y violentos, me parece que eso es algo que los adultos estamos descuidando o no lo estamos haciendo bien, o nos estamos equivocando, y no tenemos ni el tiempo ni las ganas, ni la oportunidad para poder revertirlo.

Es importante no estigmatizar a los adolescentes, sería caer en otras épocas en las que se estigmatizaba a los adolescentes como potenciales delincuentes.


Cinthia López /clopez@abc.com.py


LIC. FERNANDO OSORIO EN UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PARAGUAY DIARIO LA NACIÒN - PARAGUAY.

Internet:

¿un cuco gigante o un gran aliado educativo?

Potenciar los recursos de internet como herramienta educativa y de crecimiento personal es la mejor manera de evitar los problemas que acarrea el abuso de la misma. La tecnología ofrece una gama de opciones que pueden ser aprovechadas con una guía atenta y eficaz, por lo que no se recomienda excluirla de la vida de los niños y adolescentes como una reacción a la problemática.

Estos son argumentos que esgrime el profesor Fernando Osorio, psicólogo argentino, especialista en temas educacionales.

El mismo dictó un taller para docentes paraguayos sobre la manera de tratar el tema internet en las aulas y el entorno familiar, organizado por MC Emprendimientos.

“Hay que romper varios mitos sobre internet, la conducta de un niño o de un adolescente no responde linealmente al estímulo de la utilización de Red. Lo que modela la conducta es el contexto familia y social, y en ese contexto, positivo o negativo, el chico desarrolla su exploración en internet”, explica el profesional y agrega que lo que su familia, sus profesores, enseñan a un niño, le servirá de filtro para situaciones adversas o poco convenientes que puedan rozar en su proceso de formación.

“Por este motivo debemos insistir en la orientación, en el acompañamiento de nuestros hijos y alumnos”, enfatiza.

El profesor Osorio despliega varios ejemplos de acciones para que internet se convierta en un aliado de la educación y el desarrollo y no en una caja de perversiones o en un elemento de adicción y evasión.

“Internet tiene recursos fabulosos para miles de acciones, pero debemos enseñar a utilizarlos en forma equilibrada.

Es cierto que puede ser peligroso, por la exposición que conlleva, pero por eso debe estar bajo supervisión siempre. Por otro lado, debe evitarse que los niños y jóvenes adquieran una costumbre de evasión y adicción, aunque los niños no tengan otra cosa que hacer, se deben establecer tiempos de uso para no crear pequeños adictos y evasores de la realidad”, explica. Apunta luego que los chicos pueden acostumbrarse a una “vida virtual” y no ser capaces de relacionarse con el entorno directo.

A los profesores, recomienda “saltarse” de los planes establecidos y sugerir a los chicos que preparen clases, ponencias sobre sus temas favoritos, en base a lo que investiguen en internet. “¿Les gusta los cómics japoneses?, bueno, que investiguen sobre eso. ¿Quieren investigar sobre páginas pornográficas?

Aquí decirles claramente que esos contenidos están vedados porque perturban su formación y no corresponde a su edad”, explica. Agrega que las páginas que el niño abre con frecuencia, por iniciativa propia, también pueden servir de “espejo” para saber qué ocurre con su interior. Para un mejor manejo de situaciones, el psicólogo argentino recomienda el establecimiento de un código de uso familiar.

“No debemos temer a prohibir cuando esto se orienta a la educación y al bienestar. En nuestro código vemos que la computadora será de uso familiar colectivo. No es conveniente colocar una máquina en el cuarto de un niño o adolescente”.

Con respecto a la intimidad, refiere que por cuestiones de seguridad, la misma no contempla el uso de internet.

“Y por supuesto, queda prohibido citarse con alguien que solo se conoce por chat , además de comprar cualquier cosa on line”.